Relatos de "El Salvador" (Presagios del Pantocrátor) - Historia e Imaginación (Parte V/XI)
El Pantocrátor de las Profecías
En el corazón de Talavera de la Reina, la antigua Iglesia de El Salvador, hoy Punto de Encuentro y Cultura, guarda entre sus muros un secreto que ha comenzado a inquietar a vecinos y visitantes.
En el ábside románico aún se conserva parte de la pintura medieval: el tercio inferior de un Pantocrátor, un Cristo en gloria rodeado de las figuras de los cuatro evangelistas. Una imagen solemne, silenciosa, que durante siglos permaneció inmutable… hasta ahora.
Al caer la tarde, cuando los últimos rayos del sol se filtran por las ventanas, y ya no queda nadie dentro... en las paredes de la iglesia empiezan a aparecer dibujos que nadie sabe explicar.
Siluetas, símbolos y escenas se trazan como con mano invisible, iluminando el entorno del Pantocrátor. Siempre anuncian algo que sucederá en Talavera:
Un suceso trágico
Un accidente
Una desaparición
Una muerte inesperada...
Adhuc tempus
(Todavía tienes tiempo)
Lo extraño es que cada presagio se cumple sin excepción, a no ser que la persona o personas en cuestión sepan reaccionar a tiempo...
Los evangelistas, plasmados en el fresco, parecen interactuar con los misteriosos dibujos. En ocasiones, uno de ellos señala con gesto inequívoco la profecía que se quiere destacar, como si las figuras medievales hubieran cobrado vida en la penumbra.
Y sin embargo, al despuntar el alba, todo desaparece: la pared vuelve a ser la misma de siempre, con sus restos desvaídos de pintura y la solemnidad de siglos.
El rumor ha corrido por toda la ciudad. Algunos hablan de un milagro, un mensaje divino que anuncia lo que está por venir. Otros sospechan de un juego elaborado, un engaño preparado por alguien con acceso a la iglesia y conocimientos de luz y pintura.
Hay quien, con voz más baja, asegura que son entes invisibles los que intentan avisar, guardianes antiguos de la ciudad que han encontrado en El Salvador su forma de comunicarse con los vivos.
Cada nueva aparición atrae a más curiosos, y la atmósfera que se respira entre las piedras románicas del templo es de expectación y temor.
Nadie sabe cuál será la próxima visión. Nadie sabe si un día, en lugar de anunciar fiestas o pequeños sucesos, la pared del Pantocrátor mostrará un destino más terrible.
La iglesia de El Salvador, convertida en un espacio cultural abierto, se ha transformado también en un escenario de misterio y profecía, donde lo medieval y lo sobrenatural se dan la mano bajo la mirada eterna de Cristo en majestad.
La iglesia de El Salvador, convertida en un espacio cultural abierto, se ha transformado también en un escenario de misterio y profecía, donde lo medieval y lo sobrenatural se dan la mano bajo la mirada eterna de Cristo en majestad.
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