Yacimiento arqueológico "La Alcazaba" y "Torre Albarrana" - Talavera de la Reina (Toledo)

viernes, 19 de septiembre de 2025

La leyenda del Patio de los Artesanos - Historia e Imaginación (Parte I/XI)

La leyenda del Patio de los Artesanos - Historia e Imaginación (Parte I/XI)
 
Por las noches, cuando Talavera cierne el manto oscuro sobre sus calles antiguas y el silencio lo cubre todo como un lienzo, en el Patio de los Artesanos suceden cosas que nadie se atreve a explicar.
 
 
Dicen que fue el Claustro del Monasterio de Santa Catalina, que en otro tiempo albergaba frailes y canónigos. Sus muros conservan ecos de oración, plegarias en latín y el tintineo lejano de las campanas. En el umbral de su puerta —la misma que hoy da acceso al patio— aún pueden verse restos de pinturas que alguna vez decoraron sus paredes.
 
Cuando la luna alcanza su cenit, se oyen los pasos de saludos silenciosos, como si los frailes se dispersasen usándose túnicas desgastadas por los siglos, caminando entre los pilares, como reverenciando un altar invisible en la sombra. También se escucha un susurro sordo de canto monacal, deshilachado por los muros, emergiendo desde rincones que los vivos apenas osan mirar.
 
 
Pero no solo los religiosos permanecen allí. Las almas de artesanos antiguos, forjadores, ceramistas, ebanistas, pintores… todos aquellos que hicieron de sus manos un arte milenario, regresan para continuar lo que dejaron. 
 
En el taller de forja, han de repasarse las brasas, al calor mortecino del fuego casi apagado; en el torno de cerámica, se escucha el roce húmedo del barro moldeado, goteos que rompen la quietud; pinceladas suaves, misteriosas, que trazan líneas antiguas sobre la loza como si revivieran viejas imágenes de Talavera. Nadie ve del todo sus rostros, solo sombras danzantes proyectadas por la luz mortecina de alguna vela que nunca se apaga del todo.
 
 
Quien ha pasado cerca lo dice: el chispear del martillo de Pedro se mezcla con un aliento profundo, un lamento sutil de orgullo y nostalgia. La rueda de Amparo gira, silenciosa, deja un eco triste en el aire frío. Juan Pedro, con su pincel, parece continuar una ilustración pendiente, suspendida entre lo humano y lo divino. Gustavo modela aún en sueños, moldeando barro que se endurece al contacto de lo sobrenatural.
 

 
Se cuenta también que los canónigos del pasado, los que rechazaron la propuesta de enclaustrarse, regresan ahora envueltos en hábito, bendiciendo el patio desde el otro lado. Se detienen frente al viejo arco que fue puerta, frente a las columnas cubiertas de pintura agrietada, como reclamando lo que pudieron ser y no fue. Su voz es un murmullo apenas perceptible al oído humano: bendición, penitencia, arrepentimiento.
 
  
 
Los más valientes que han intentado entrar lo han hecho al albor de la noche. Pero al cruzar el umbral, todo se siente cargado: el aire huele a moho, a madera curvada, a óxido; y el templo de obra artesana late con vida propia. Algunos corrieron despavoridos al ver un delantal suspendido, un pincel que caía desde ningún sitio, el torno que giraba solo.
 
Desde entonces, nadie quiere entrar al Patio de los Artesanos cuando Talavera duerme. Porque todos lo saben: lo que ahí ocurre no es obra de hombres vivos, sino de aquellos otros tiempos. 
 
Y lo que fue el claustro del monasterio ya no pertenece completamente al presente. En la noche, el pasado trabaja. Y lo que fue arte, historia y devoción sigue vivo, insistente, en cada piedra susurrante.
 
 
Enlaces consultados
 
http://elrealdesanvicente13.blogspot.com.es/2016/02/conoce-talavera-de-la-reina-parte-i.html
 
https://www.lovetalavera.com/el-patio-de-los-artesanos/
 
https://www.lovetalavera.com/los-canonigos-rebeldes/
 
 
Dedicado a todas las personas que trabajaron allí, y que conocí en el mes de febrero de 2016...
 
 
David Miguel Rubio
Promotor Turístico en Castilla - La Mancha
Informador Turístico
 (N° Reg. EXP/ITL/RDM-0019)
Guía de Montaña


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