Los Molinos de Arriba (El Misterio del Horno de Tejar) - Historia e Imaginación (Parte X/XI)
La Historia del Horno de Tejar de los Molinos de Arriba
En la Isla de los Molinos de Arriba, a las orillas del Tajo en Talavera de la Reina, se levantaba un horno de tejar del siglo XIX. Allí, en soledad, trabajaba un hombre uraño y sin amigos. No tenía más compañía que su viejo burro y un pequeño carro con el que transportaba sus cargas de tejas, ladrillos y baldosas.
Vivía en un chozo humilde, hecho de barro y ramas, apenas con lo necesario para sobrevivir. Su vida era una rutina de trabajo pesado: cortar leña, preparar el barro, moldear las piezas y encender el horno que rugía como un monstruo hambriento en las noches de invierno.
El tejar era su única riqueza, pero también su condena. De su horno salían las tejas que cubrían los tejados de Talavera y de los pueblos vecinos, aunque sus ganancias apenas le bastaban para pagar el alquiler de las tierras al amo de la isla.
Cierto día, el recaudador apareció reclamando el dinero atrasado. El alfarero, con voz cansada, le rogó más tiempo, pues pronto entregaría dos cargas de tejas. El recaudador, iracundo, le dio una patada a una pila de baldosas recién cocidas, que se quebraron en pedazos. Después, con mirada fría, le advirtió que la deuda debía pagarse sin demora.
Tres días más tarde llegaron los guardias y lo echaron de la isla. Despojado de todo, el alfarero quedó sin sustento ni esperanza. Esa noche, bajo un cielo estrellado, la desesperación lo venció. Armado con un garrote, buscó al recaudador. Nadie sabe con certeza qué sucedió, pero cuentan que lo golpeó y cargó su cuerpo en el carro.
Guiado solo por el resplandor de la luna, regresó al horno de tejar. Allí, entre las llamas y el humo, arrojó al hombre que le había arrebatado su vida.
A la mañana siguiente, el horno aún humeaba con un fuego extraño, como si respirara. El alfarero desapareció para siempre; jamás volvió a Talavera.
Y del recaudador… solo queda la leyenda. Se dice que su alma quedó atrapada entre las paredes ennegrecidas del horno. Que en las noches oscuras, si uno se acerca al ojo de Tejar, puede ver asomar una cabeza carbonizada que gime entre las brasas.
Ojo de Tejar
Así nació el mito del Horno de Tejar de los Molinos de Arriba, donde aún arde el recuerdo de un hombre vencido por la injusticia y la rabia.
David Miguel Rubio
Promotor Turístico en Castilla - La Mancha
Informador Turístico
(N° Reg. EXP/ITL/RDM-0019)
Guía de Montaña
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