Yacimiento arqueológico "La Alcazaba" y "Torre Albarrana" - Talavera de la Reina (Toledo)

lunes, 3 de noviembre de 2025

El Triángulo del Viaje en el Tiempo - La nave misteriosa en el Pico de San Vicente

El Triángulo del Viaje en el Tiempo - La nave misteriosa en el Pico de San Vicente
 

“El Triángulo del Tiempo”

Prólogo

Una noche clara, mientras ascendía al Pico de San Vicente, David Miguel Rubio, guía de montaña y promotor turístico, divisó algo imposible: una nave plateada suspendida en silencio junto al castillo en ruinas.

Luces verdes, azules y doradas danzaban a su alrededor, y de su interior surgieron figuras altas, envueltas en un resplandor. Sus ojos, de un verde intenso, se cruzaron con los de David. No hubo miedo, sino una conexión.
Uno de los seres extendió la mano y dejó caer un objeto triangular, que emitía un zumbido suave y pulsante.

Cuando la nave desapareció entre haces de luz, David sintió cómo el objeto se calentaba en su palma y resplandecían unas luces intensas de color verde... y una voz mental le susurraba:

—“Viaja, conoce, recuerda.”


Capítulo I: El Legado de Roma

El suelo tembló bajo sus pies, y cuando la luz del triángulo se apagó, el Pico de San Vicente había desaparecido.
Se hallaba en un campamento romano. El olor a hierro, sudor y cuero llenaba el aire.

Un centurión con el rostro curtido lo miró desconcertado.

—“¿De qué provincia vienes, forastero?”

David, sin saber qué decir, observó su entorno: enseñas con el emblema de la Legio X Gemina, lanzas y escudos alineados.
De pronto comprendió que estaba en la Hispania romana.
Gracias a su conocimiento como guía histórico, se ganó el respeto del comandante al describir con precisión la orografía del Tajo y las fortalezas naturales de Toletum.
Pero el triángulo comenzó a brillar otra vez… y antes de que pudiera explicarlo, fue tragado por la luz.


Capítulo II: Los Caballeros del Temple

Apareció en un patio amurallado, bajo el estandarte blanco con una cruz roja.

—“¡Un espía sarraceno!”, gritaron.
—“No, soy viajero…”  
alcanzó a decir David.

Un templario lo observó con atención.

—“Tus ojos dicen verdad. Los que viajan sin rumbo son tocados por Dios.”

Durante días, convivió con los caballeros, escuchando sus relatos sobre reliquias perdidas y rutas secretas hacia Jerusalén.

Una noche, el maestro templario le habló del “triángulo del cielo”, una reliquia caída desde las estrellas que otorgaba poder sobre el tiempo.
David se estremeció: era el mismo objeto que él llevaba.

—“Guárdalo, peregrino,” le dijo el templario. “Pertenece a quienes no temen conocer el pasado… ni el futuro.”

De nuevo, el resplandor lo envolvió.


Capítulo III: Ecos del Oeste

El aire olía a humo y pólvora.
David despertó junto a una hoguera, rodeado de indios siux. A lo lejos, jinetes con uniformes azules —soldados de la Unión— vigilaban el horizonte.

El jefe Apache de la tribu, con mirada sabia, tocó el triángulo y pronunció palabras en su lengua.
David entendió sin comprender el idioma: el objeto no solo viajaba en el tiempo, también traducía las almas.

—“Tu espíritu no es de aquí,” le dijo el jefe. “Pero el fuego del cielo te ha elegido.”

En ese instante, un disparo resonó. La batalla comenzó. David corrió entre el polvo y los gritos, intentando evitar el enfrentamiento.
Cuando una bala casi lo alcanzó, el triángulo volvió a iluminarse… y lo arrancó de aquel caos.


Capítulo IV: El Futuro que Vendrá

Apareció dentro de una nave metálica.
Un droide, con voz serena, lo escaneó.

—“Identidad: humana. Procedencia: Tierra, siglo XXI. Misión: custodia del artefacto temporal.”

David observó el universo desde una ventana enorme. Estaba en una estación espacial del futuro.
El droide le explicó que el triángulo era un fragmento de tecnología cuántica extraterrestre, olvidada en la Tierra milenios atrás.

—“El tiempo no es una línea,” dijo el droide. “Es un mapa. Y tú eres su nuevo guardián.”


Final: El Guardián del Tiempo

La última luz lo devolvió al Pico de San Vicente, justo donde todo comenzó.
El amanecer teñía el horizonte de naranja y violeta.
David miró el triángulo, ahora inerte, y lo guardó en su mochila.
Sabía que nadie creería su historia. Pero cada vez que guiaba a un grupo de excursionistas, al mirar el castillo, sentía un leve cosquilleo en la palma de la mano… y una voz lejana que decía:

—“Viaja, conoce, recuerda.”

Y David sonreía, sabiendo que, en cualquier momento, el triángulo podría volver a despertar.


VÍDEO

 
David Miguel Rubio
Promotor Turístico en Castilla - La Mancha
Acreditación Oficial Informador Turístico
 (N° Reg. EXP/ITL/RDM-0019)
Guía de Montaña