El caballero toledano de la armadura oxidada
La Ciudad de las Tres Culturas
El agua que de mis ojos fluye
la muralla que me cerca no puede detener.
la muralla que me cerca no puede detener.
¡Aún siento algo!- exclamo asombrado,
cuando las lágrimas en mi rostro consigo ver.
Largo tiempo he vivido encerrado
tras estas murallas donde nada he de temer,
mas el tiempo las puertas ha truncado
y este castillo creo que voy a perecer.
a pesar de mis esfuerzo no he podido derrumbar la muralla que el tiempo ha transformado en una sólida celda para mi libertad.
La armadura a mi cuerpo ha traicionado,
ha medida que crecía he debido olvidar
que, a pesar de los muchos cuidados,
el aire oxida siempre cualquier metal.
Sollozo desesperado,
nadie me puede ayudar
pues yo mismo me he encerrado
expulsando a los demás.
Guinea