Milagro de la luz
Milagro de la luz: la sombra nace,
choca en silencio contra las montañas,
se desploma sin peso sobre el suelo
desvelando a las hierbas delicadas.
choca en silencio contra las montañas,
se desploma sin peso sobre el suelo
desvelando a las hierbas delicadas.
Los eucaliptos dejan en la tierra
la temblorosa piel de su alargada
silueta, en la que vuelan fríos
pájaros que no cantan.
la temblorosa piel de su alargada
silueta, en la que vuelan fríos
pájaros que no cantan.
Una sombra más leve y más sencilla,
que nace de tus piernas, se adelanta
para anunciar el último, el más puro
milagro de la luz: tú contra el alba.
que nace de tus piernas, se adelanta
para anunciar el último, el más puro
milagro de la luz: tú contra el alba.
Ángel González
Reflejos "naturales"...
El hueco de la belleza...
Cielos azules y nubes de algodón...
Ángel
Guardián
Quiero poder llevar a toda la humanidad,
alas de plumas blanca
para que puedan volar
si se encuentran sin esperanzas
a lugares muy colmados de luz y de ilusión
que iluminen su corazón, y llenarlo como
el mío, de bondad, paz, amor y mucha felicidad
en este cielo donde habito
alas de plumas blanca
para que puedan volar
si se encuentran sin esperanzas
a lugares muy colmados de luz y de ilusión
que iluminen su corazón, y llenarlo como
el mío, de bondad, paz, amor y mucha felicidad
en este cielo donde habito
Yo soy tu ángel, aquel que ves caer cuando llueve
aquel que contempla tus noches de hastío,
el que te mira y bebe sorbos de tus lágrimas
y arranca una sonrisa de tus labios.
Aquel que te inspira en tus letras bellas
y no abandona un instante tu melancolía.
Bebe de tu sombra y siembra esperanzas
porque tu eres mi esencia hecha alma.
aquel que contempla tus noches de hastío,
el que te mira y bebe sorbos de tus lágrimas
y arranca una sonrisa de tus labios.
Aquel que te inspira en tus letras bellas
y no abandona un instante tu melancolía.
Bebe de tu sombra y siembra esperanzas
porque tu eres mi esencia hecha alma.
Entre nubes de intensos colores,
en un mañana y en un ayer,
quiso entonar dulces melodías,
quiso siempre darse entender.
Pero el fuego de su alma, fue pasión,
que pinto su mirada con el sol,
fue amor lo que en su pecho saltaba,
y una voz de esperanza, en el corazón.
en un mañana y en un ayer,
quiso entonar dulces melodías,
quiso siempre darse entender.
Pero el fuego de su alma, fue pasión,
que pinto su mirada con el sol,
fue amor lo que en su pecho saltaba,
y una voz de esperanza, en el corazón.
La casa de un ángel...
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