Nuestro Patrimonio Cultural, no sería el mismo sin la presencia de los Castillos, que hay repartidos por toda nuestra península. Aunque en honor a la verdad, pocos son los afortunados con contar con una restauración y con una protección cultural...
Y más pena todavía es saber... que sólo se conservan algunos, gracias a la compra privada de los mismos. También es incomprensible que algunos se encuentren en terrenos, de difícil acceso o "vallados", que imposibilitan el acercamiento a nuestra historia y cultura...
David Miguel Rubio
Fotógrafo Cultural y
Promotor Cultural en Castilla-La Mancha
Toponimia
El término
"Maqueda" se deriva, a partir de la raíz mkd, del árabe "Maqqada", que significa
'estable', 'firme', 'fijo'. Otros expertos no están de acuerdo con esta
interpretación.
Así
Corominas opina que si bien se deriva del árabe, su raíz sería kyd, procediendo en este caso Maqueda de Makîda que significaría 'plaza
fuerte', 'estratégica', 'astutamente construida'.
Sombras, nubes y muros...
Historia
Se conjetura que en tiempos remotos se situó en su emplazamiento un puesto vigilante romano, pero lo que es seguro es que, hacia el año 981, y por orden de Almanzor, el arquitecto Fatho ben Ibrahim el Omeya, llamado Aben el Caxeri de Toledo, constructor de las grandes mezquitas de Gebal Berida y de Adabegin en Toledo y célebre por su saber y sus viajes al Oriente, aumentó y perfeccionó una fortaleza preexistente.
En
1083 cayó en poder de Alfonso VI de
Castilla sin gran
resistencia. En 1153 pasó a ser señorío privado de Fernando
Yáñez por concesión
real. Poco después, en 1177, Alfonso VIII, tras la toma de Cuenca, donó
Maqueda y su tierra a la Orden de Calatrava;
quizá esta fue la que ordenó en este siglo decimosegundo rodearlo de una
muralla que también circundaba la villa y la iglesia mayor y cuyos restos
todavía son perceptibles (torres de Vela y de las Infantas).
En Maqueda estuvo la cabeza de una encomienda de la Orden y en ella residía el correspondiente Comendador; esta encomienda tenía también agregado el Castillo y tierra de San Silvestre junto a Toledo.
En Maqueda estuvo la cabeza de una encomienda de la Orden y en ella residía el correspondiente Comendador; esta encomienda tenía también agregado el Castillo y tierra de San Silvestre junto a Toledo.
Entre
1196 y 1198 resistió con éxito los asedios de los Almorávides y
en 1434 el poderoso Condestable y valido de Juan II don Álvaro de Luna se apropió de Maqueda y San Silvestre
entregando a cambio a la Orden de Calatrava sus villas de Arjona y Arjonilla. Al caer el valido, el castillo, al
mando del alcaide Fernando
de Ribadeneyra, fiel al Condestable, resistió el cerco de Juan II,
pero terminó rindiéndose y el castillo volvió a la Corona.
Reinando Enrique IV,
su hermano Alfonso el Inocente,
declarado rey usurpador en la Farsa de Ávila, e instalado en su corte de Arévalo, cedió el señorío de Maqueda y su
tierra al cortesano judeoconverso Álvar
Gómez de Ciudad Real el Viejo, abuelo del humanista del mismo
nombre, quien lo cambió en 1465 al Cardenal Mendoza por varias villas en Guadalajara.
Este
lo cedió poco después a su pariente el arzobispo de Toledo Alonso Carrillo de
Acuña a cambio de las
villas y fortalezas de Jadraque y Alcorlo en la Alcarria. Poco después el arzobispo vendió la
villa y el castillo al Comendador mayor de León y contador del reino Gutierre de Cárdenas,
quien lo reconstruyó y amplió. Isabel la Católica vivió durante algún tiempo en el
castillo acompañada por su amiga Beatriz de Bobadilla,
hija del Alcaide del Castillo y después Marquesa de Moya.
El
castillo de la Vela, levantado sobre las bases de la precedente fortaleza árabe, nunca fue terminado de construir, al
menos en su interior. En el siglo XV fue
reconstruido y ampliado por Gutierre de Cárdenas.
Al trasladarse los dueños del castillo al municipio toledano de Torrijos, la fortaleza quedó sin uso y fue
deteriorándose, aunque permaneció en la familia Cárdenas hasta el siglo XIX, cuando
se abolieron los señoríos.
El
Gobierno español instaló
en su interior un cuartel de
la Guardia Civil, dándole así una función y un
organismo que lo conservara.
Resistiendo el paso de los siglos...
Descripción y características
El castillo
de Maqueda se encuentra en un extremo del viejo recinto amurallado del
municipio, que fue cercado en el siglo XII o
poco después. La planta del castillo es rectangular y
ocupa dos niveles distintos de terreno. Sus muros alcanzan
3,5 metros de espesor y están protegidos por fosos en dos de sus
lados y tres torres circulares en
los ángulos al
sur y mitad del lienzo este. Posteriormente se añadió una torre más. El almenado del
castillo de la Vela es similar al del castillo de San Silvestre en Novés,
que también fue construido por la familia Cárdenas.
La puerta
principal está orientada al norte, lleva el escudo del
matrimonio Cárdenas y Enríquez, autores de su reconstrucción, y está protegida
por un buen matacán de sillería y ladrillo,
con una aspillera redonda
y cruciforme. Tras el portón había una fuerte reja de forja machihembrada
que cerraba el paso.
El adarve y
el coronamiento, de 2,5 metros de altura, está bien conservado y presenta
saeteras cada dos merlones que se emparejan dos a dos con un parapeto.
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