Poemas de la
Naturaleza
Ana Cecilia Blum
ÁRBOLES DESNUDOS, HOJAS SECAS
Soy
una vela de cien llamas
consumiéndose
en la anarquía de sus argumentos
mientras la modesta
belleza muerta del otoño
observa.
Adentro, en el bosque
junto a los lagos, sobre la arena,
despiertas a media noche
bajo el conjuro de la vía láctea,
ves la marea empinada de los astros
abrazando tu cuerpo,
cortando el silencio de tu sueño,
salvando tu existencia.
VOCES DE AGUAS
Río parido del deshielo,
apuñado en el vértice de la roca,
en la boca de la roca, en el muslo de la roca.
Río que llevas la memoria del invierno
la saliva del oso, el salto del salmón,
la reverencia del venado.
Río que hablas en tu lenguaje de glaciares derretidos.
Yo entro en ti y mi pie se sirve de tu beso frío.
Río que pierdes tu cuerpo bajando por los pueblos,
te encarcelan, te asesinan, te consumen.
Río que ya no eres río, nunca más río,
río que ya no llegas al mar.
Directo hacia la montaña...
Nieblas en la sierra...
Bull...!
El caldero mágico...
Al final del túnel...
Aquel minero...
Lluvia en el pueblo...
Paisaje rallado...
Círculo rojo...
4 Momentos del día...
Amanecer
Mañana
Atardeciendo
Noche
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