martes, 12 de mayo de 2015

Ese pueblo mío que tanto yo adoro...







Ese pueblo mío que tanto yo adoro, 
parece castillos de cuentos de hadas; 
sus casitas blancas todas tan pequeñas, 
brillan cual diamantes allá en la montaña.



Allí en ese pueblo tejí yo ilusiones, 
tejí yo ilusiones llena de esperanzas; 
conocí el amor que fue lo más bello 
y aprendí a querer con toda mi alma. 

Ese amor perdura no quiero olvidarlo, 
aquí está muy dentro, muy dentro de mi alma; 
como ese mi pueblo que ya echó raíces, 
que eso es imposible poder arrancarlas. 

El día en que mi Dios me llame a mi cuentas, 
le diré segura no fue otra mi falta; 
yo amé demasiado de eso estoy segura, 
y si fue un pecado castiga mi falta.



Y cuando ya llegué mi último momento, 
tendré muy presente a mi gente amada; 
mi último beso lo enviaré en el viento, 
o en la suave brisa que hay en las mañanas.


Palma de Cera

Tomado del libro
ROSAS Y ESPINAS

Alicia Rada de Henao 6/16/87







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